martes, 13 de noviembre de 2007

"Divertirse hasta morir"

Una sociedad que elimina la tragedia de su vida porque le molesta y en cambio apoya el optimismo como un valor para sentirse bien, al final acaba instalándose en un estado de felicidad permanente que corresponde a una mentalidad infantil. No tiene en su mente los graves problemas que asolan al mundo, las contradicciones, etc. A ello también contribuye la cultura, que en vez de ir dirigida a la reflexión profunda, es una cultura de distracción que es lo que a los niños se les ofrece.
La cultura avanza hacia una extraordinaria complacencia de la figura del niño o la adoración de la mentalidad del niño. “Todo cada vez es mas simple, tan sencillo que un niño podrá entenderlo y disfrutarlo como un adulto, o al revés”. “No solo el paso de los años ha querido ser borrado de la apariencia, se ha tratado de borrarse también la conciencia”.
Las siguientes publicidades argentinas construyen un joven despreocupado, con la diversion como unico objetivo, donde lo importante es divertirse sin importar como o porque.
Se busca la identificación del consumidor a traves del ocio generando asi la cultura de la distracción.

“La comunicación de masas y el consumo de masas se cruzan en una catálisis de reproductora. La primera remite al segundo y el segundo a la primera. Los medios de comunicación de masas hacen posible el consumo de masas y se potencian por el sujeto receptor, consumidor. El actual sujeto consumidor es un consumidor absoluto y explícito, tanto de informaciones como de los propios medios de comunicación. Es un consumidor sin tregua puesto que de ahí obtiene su indiscutible condición de contemporaneidad”.



La cultura de masas nunca se hubiera extendido de la manera que la conocemos sin el desarrollo de las nuevas tecnologías y su impacto en los medios de comunicación. Con la consolidación de Internet en nuestras vidas, nuestra manera de trabajar, relacionarse, aprender, leer y comunicar está experimentando una transformación histórica.

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